Era un padre de Santa Coloma que tenía dos hijos, uno muy pesimista y otro muy optimista. Harto de la situación, decidió regalar como regalo de Reyes al pesimista buenos regalos y por el contrario al optimista una caja de estiércol para que cambiaran por un día actitud. El pesimista se quejó a su padre de que le regalara una bicicleta, ya que al vivir en el Fondo, ni puede circular con ella y además seguro que se la quitan en la Calle Liszt. También se quejó de que le regalara un balón de fútbol ya que ni hay sitio para jugar y seguro que en la Calle Mas Marí también se lo robarán. Por último se quejó de que le regalase un móvil de última generación, y es que seguro que en la Calle Bruch los amigos de lo ajeno, lo unirán a la lista junto con la bicicleta y el balón. El padre contrariado fue a buscar al hijo optimista, pensando que este sí habría cambiado de actitud, pero bien al contrario, el optimista corría feliz con una caja llena de estiércol por todas las habitaciones de la casa a lo que el padre le da el alto y le pregunta el por qué de sus carreras y estado de alegría y el hijo optimista le responde, que es que está buscando dónde se esconde el caballo que cagó todo eso....Tras esta historia, cuál de los hermanos es más realista, el optimista o el pesimista, yo la verdad lo tendría claro a la hora de enviar al psiquiatra a uno de ellos.
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