Los
que hoy se hacen fotos o videos ensalzando a su amo, antes brindaban
en Casa Pepe por la derrota de ese mismo amo, ¡qué gran foto guardamos algunos!. Pero aunque no soy de
su condición, les entiendo. Les entiendo porque cuando te bajas los
pantalones una vez a la voz de mando, ya es casi imposible poder
volver a subirte los pantalones, al menos con dignidad. Tan solo te
queda sonreir de manera falsa y buscar un enemigo común para como
buen trilero, distraer la atención a tu culo desnudo mientras los
ojos se centran en los cubiletes sin bola alguna.
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