Veintidós de noviembre de 1992. La Gramenet visitaba Vilobí d'Onyar para jugar ante el club local, y tras los noventa minutos, nuestro equipo perdió por 3-2. La curiosidad, es que el colegiado Sr. Alcaraz, pitó tres penaltis en contra de los colomenses, lo que alegró el día al jugador verdiblanco Del Campo, encargado de transformar las tres penas máximas. La verdad es que este árbitro llamado Rafael Alcaraz Sapiña y nacido en 1954 era todo un personaje. De profesión peluquero, en 1984 llegó a pitar siete penaltis en un Castelldefels-Barceloneta (4-7), dos a favor de los locales y cinco para los barceloneses. En otro encuentro de categoría juvenil, entre el Buen Pastor y el Can Vidalet en 1984, tras otra "destacada actuación", fue apuñalado por cuatro exaltados. Y en 1986 durante un partido del campeonato femenino, entre el San Adrián y el Barcelona, expulsó a cuatro jugadoras, tres de ellas locales y las chicas del conjunto del Barcelonés Nord intentaron agredirle. Era uno de los árbitros más conocidos de Catalunya por sus destacadas actuaciones.
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